miércoles, 8 de junio de 2011
El Flatiron, o edificio Fuller, es una de esas construcciones singulares ocn las que nos sorprenden las ciudades del mundo, en este caso, Nueva York. Se encuentra en el parque de la plaza Madison, en la confluencia de la Quinta avenida con Broadway. Es, quizás, uno de los mejores ejemplos de como aprovechar una calle triangular con una esquina imposible para hacer un edificio, útil, aprovechable y, sobre todo muy bonito, o al menos, diferente. Tiene forma de plancha, de ahí su nombre, y en la esquina más pequeña apenas tiene dos metros de ancho.
Su altura es de unos 90 metros y tiene más de 20 pisos. En su inauguración, allá por 1902 apróximadamente, era el edificio más lato de la ciudad de Nueva York y ahora apenas puede presumir de ser alto. Cosas de la modernidad y el avance. Sin emabrgo, su tamaño pequeño, comparado con el resto de edificios de la ciudad, no lo hacen desmerecer para nada. Su singularidad está en su forma, su aspecto exterior, sus curvas imposibles y la fuerza que transmite a pesar de parecer tan frágil y delgado.Es bastante recomendable pasarse por ahí, además, no está muy separado de la zona central de Manhattan, ya que está en la quinta avenida, bajando al sur, a unos 10 minutos del Empire State Building. Además,la plaza Madison con su parque es un sitio que también merece la pena visitar, pues es uno de los pocos parques pequeños de es estilo que hay en Manhattan, entre las grandes moles de hormigón que no dejan pasar casi el sol.
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